20 de septiembre de 2008

"FeliCes" FieStas PaTriaS

En estos días de septiembre afloran sentimientos ambivalentes. Por una parte pueden ser el perfecto escape a la rutina y a las responsabilidades diarias y por otra, es también una presión, una clara instancia en la cual es prácticamente una obligación tener que comer y beber a destajo y para quienes como yo, que siempre tienen que estar fijándose en las calorías y grasas porque de solo mirar una empanada ya suben un kilo, es el desastre máximo. Peor, el infaltable asado con familiares o amigos quienes te instan al pecado mortal de comer hasta tener que desabrocharte el botón del pantalón... porque seamos sinceros, no hay reunión ni carrete que no se haga entorno a la comida, pues es causa y consecuencia de infinitas relaciones. No obstante aquello, también tenemos que soportar la incomodidad del traslado, pues como siempre las micros en estos días se llenan. Yo vivo cerca de las fondas y la micro por lo menos hasta allí va llenísima (cual típica mañana rumbo al trabajo). Afortunadamente la mayoría se baja en las ramadas, pero de ahí en adelante ni te explico el taco. Y si por casualidad tienes un amigo que vive cerca de ahí (dicho sea de paso, es mi caso) te encargo el miedo. Sí, m i e d o porque tu vas contra la corriente.. mientras toda la gente va hacia las ramadas, tu vas a la casa de tu amigo que queda al otro lado y debes cruzar aquella muchedumbre, siempre alerta de este o cual personaje que asoma a tu camino, afirmar tu bolso, esquivando a los ambulantes que te atormentan con tal o cual chuchería fosforescente o que emana luz al ritmo de la música, para pasar finalmente por la guillotina móvil: decenas de volantines que vuelan sobre tu cabeza y tu tratando de identificar sin criterio alguno cual es el del hilo curado para alejarte lo mas rápido posible ante la eminente rebanada que puede hacer en tu bello rostro. Esto sin olvidar que al mismo tiempo que estás huyendo de los volantines debes estar atento para no ser atropellado por un auto, por otro peatón o quizás algún coche de guagua repleto de “chelas” ganadas en el tiro al blanco.

5 comentarios:

Anto! dijo...

Antes me era grato, la multitud en las fiestas, me era grato todo tipo de festividades dieciocheras... Hoy me las cuestiono al máximo, (esto no quiere decir q no me agraden)no!! es justamente por lo que planteas, eso de beber y comer hasta quedar sin respiración, de tener en cuenta cuantas calorias he consumido, etc. etc.
pero sin lugar a duda, lo más patetico es la cantidad de flaites q se encuentan, más encima q yo vivo cerca de las fonda más popular, lo que me impide andar tranquila por la vida, locomoción repleta, asaltas a la orden del día y la noche... en fin una mierda...
De todos modos lo pasé increible en estas fiestas... o no amiga??? jajaja

deLiciOus dijo...

nada más poh, excelentísimas fiestas patrias!
nos salvamos de los asaltos a la orden del día... pero una de nuestras amiguitas no, a ayudar!!

Anónimo dijo...

uhhhhhhhh si, a mi tambien me da miedo los volantines con hilo curao
saludos gime
jorge

Daniel Hidalgo dijo...

colega:

La leí igual no más!!!

:P

Yo estoy viviendo los ecos de la fiestas patrias, en cama, perdiendo plata y faltando a esa, mi gran pasión y dedicación: las chelas después de la pega!

Saludos

Chistoso tu blog!

Anónimo dijo...

por fin.....habia perdido la esperansa que volvieras a escribir....XD besos